Bárbara Ramos

Cuando perdí la identidad

Hace unos días repasaba los cambios de los últimos cuatro años y resulta increíble como cosas que antes me parecían indispensables ahora las quiero bien lejos y al contrario, parece como si hubiera cambiado de identidad.

Cuando el fallecimiento de mi madre en 2018 y que el mismo año un proyecto profesional para el que puse todas mis ilusiones se vino abajo me encontré en un momento de sentir que había perdido mi identidad, que ya no sabía quién era (menos mal que pedí ayuda y eso solo duró un par de días), pero la impronta de esa sensación se me quedó grabada. Después de las dos primeras olas de la Covid empezaron a venir a terapia chic@s que buscaban ayuda y manifestaban: “es que he perdido mi identidad”, “ya no sé lo que es importante para mí y lo que no” y yo reconocía esa sensación. 

Estructuras que no funcionan

Cuando tu mundo aparentemente establecido y seguro recibe un impacto físico o emocional, aunque sea algo que pudieras estar esperando, los cimientos de tu estructura interna, en el mejor de los casos se tambalea, en el peor se desmorona. Y quizás es eso lo que necesitas para empezar de nuevo con una perspectiva de vida más saludable. Según el diccionario de la RAE:

Identidad:
Del lat. tardío identĭtas, -ātis, y este der. del lat. idem ‘el mismo’, ‘lo mismo’.
1. f. Cualidad de idéntico.
2. f. Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.
3. f. Conciencia que una persona o colectividad tiene de ser ella misma y distinta a las demás.
4. f. El hecho de ser alguien o algo es lo mismo que se supone o se busca.
5. f. Mat. Igualdad algebraica que se verifica siempre, cualquiera que sea el valor de sus variables.

De los punto 3 y 4 me voy a quedar con:
Conciencia que una persona tiene de sí misma y ser lo mismo que lo que se busca.
Ese impacto te cambia por dentro tanto que lo que no te gustaba comienza a gustarte y viceversa.

Motivos por los que puedes sentir que has perdido tu identidad:

  • La muerte de un ser querido
  • Una enfermedad grave, larga o dolorosa, propia o de alguien que es importante para ti.
  • Una ruptura sentimental, de pareja, de amistad o familiar.
  • Un proyecto en el que empleaste mucho tiempo, energía y esfuerzos y se viene abajo.
  • Tener que abandonar tu país o región para buscarte la vida.
  • El exhilio.
  • La ruptura de unas creencias que sustentaban tu mundo,etc.

Ahora sí, si el impacto es muy traumático te costará aceptar el cambio y reconocer quién es tu nuevo yo.

¿Qué puedo hacer frente a la sensación de la pérdida de identidad?

  • Recuerda lo que te gustaba jugar en la niñez (en los juegos se esconden nuestros anhelos más profundos).
  • Trata de sentir lo que haces y haz lo que sientas.
  • Salte del modo piloto automático.
  • Toma tiempo para cuidar de tu cuerpo y de tus emociones.
  • No permitas que tus pensamientos negativos te condicionen.
  • Cuando tomes una decisión sé positivo y luego sigue siendo positivo.

Como dice el punto 1. Cualidad de lo idéntico. La identidad no se pierde, tan solo es una sensación. Lo que en realidad perdemos es aquello con lo que nos  identificamos. Con lo cual ya eres aquello que estás buscando, encuéntralo y si ya no te identificas con algo suéltalo. 
Yo estoy aquí para ayudarte, por lo que si te sientes como que no eres tú o como que has perdido la identidad y no sabes como encontrarla, puedo ayudarte a que encuentres el camino por tí mism@.