Terapia Regresiva
Hay momentos en nuestras vidas, en los que nos sentimos alejados de la felicidad. Aun haciendo todo lo que se supone que tienes que hacer sientes que…
- No acabas de solucionar conflictos que se repiten.
- Nunca tienes el dinero suficiente para hacer aquello que quieres.
- Estas asediad@ por las responsabilidades y obligaciones y nunca tienes tiempo para lo que te apetece de verdad.
- Ya ni recuerdas cuales eran tus sueños
- Muchas personas se aprovechan de ti, que das mucho más de lo que recibes.
- Te cuesta hacer amig@s, conocer gente nueva
- No te sientes valorad@ por tu entorno familiar, social o laboral.
- Te cuesta encontrar o mantener la pareja.
- Siempre vives con miedo, ansiedad y/o estrés.
Estos son algunos ejemplos, seguro que te has sentido identificad@ con alguno o muchos de ellos, el resultado final de todo esto es común, y es el sentimiento de estar vací@, de estar triste, perdid@ y/o frustrad@.
¿Qué es la Terapia Regresiva o de vidas pasadas?
La Terapia Regressiva o de Vidas Pasadas es una técnica que tiene la capacidad de ir al núcleo de lo que te está sucediendo, de una forma directa, acortando el tiempo de sanación que se puede dar con otro tipo de técnicas.
Es una terapia muy emocional que consiste en crear un estado de relajación profunda a través de la sugestión para conseguir adormecer la mente lógica y dejar salir a la luz los archivos del alma/psique que necesitan ser sanados.
Durante el trabajo se da una gran liberación de energía emocional, cosa que produce una reestructuración en los distintos niveles; físico, mental, conductual, emocional y espiritual (entendiendo por espiritual la parte humana que contiene los valores del amor, la compasión, el respeto, la empatía, el perdón, el agradecimiento, la unidad). Se trata de una experiencia personal y directa, en un espacio de plena armonía en el que mi papel como terapeuta es ser simplemente conductora o guía, acompañándote y asistiéndote para que puedas contactar con tu verdad, ayudándote a descubrir lo que tienes que descubrir, a transformar lo que deba ser transformado y a aceptar lo que no se pueda cambiar.
