Compromiso
Esa palabra que en algún momento de nuestra vida, al nombrarla nos da repelús.
Esta a veces dichosa, a veces pesada palabra, compromiso, va de la mano de un propósito de crecimiento. Nos comprometemos para alcanzar objetivos ya sea en el ámbito personal, profesional o espiritual y este nos saca de nuestra zona de confort. Sea cual sea el área en la que se genere, tanto las ventajas como los inconvenientes influyen en las demás.
Utilizaré la metáfora de la maleta como símbolo de un viaje hacia que inicias a lo desconocido al cual debes ir preparad@ con buen equipaje para lo que pueda suceder en él.
Como cualquier viaje que se inicia puede ser organizado o a la aventura, dependerá de la persona que escoja una vía u otra. Pero siempre habrá parte de las dos aunque en diferente graduación.
Tú, cuando eliges un compromiso ¿eres más de aventura o de organización?
Por ejemplo, yo hace años, cuando me comprometí con el crecimiento personal/espiritual lo hice desde la aventura. Jamás pensé en lo que era eso y mucho menos me planteé dedicarme a ello.
En 2008 me apetece volver a estudiar y es el momento idóneo para hacerlo. Comencé a buscar qué cosas hacer (he de decir que la psicología y los temas relacionados con ella siempre me habían interesado) y me aparece un curso de Programación Neurolingüística. El nombre me atrajo tanto que me apunté sin más.
Desde ahí no he parado de hacer procesos y formaciones, pero he sacrificado parte de la aventura para centrarme más en la organización.
El compromiso es un valor en sí mismo pero necesitaremos algunos más. Te propongo algunos valores más, para llevar en tu maleta:
Estos valores siempre, para contigo y para con l@s demás.
La honestidad para ser muy consciente donde están tus límites, el respeto por las decisiones, la flexibilidad suficiente para adaptarte a las circunstancias más tensas, comprensión para poder ser más objetiv@, empatía para ser amable contigo y con los demás, firmeza para los momentos de debilidad, intuición para tener una visión más amplia y necesaria para escoger lo más adecuado en cada momento.
Por otro lado tenemos que contar con otros elementos que no son tan “glamurosos” ni tienen tan buena fama, pero son igual de necesarios, cargamos con ellos y nos ayudan a avanzar y evolucionar, y son nuestras mochilas, llenas de MIEDOS Y FRUSTRACIONES.
Estos miedos y frustraciones son los que nos ponen a prueba constantemente, van a generar situaciones que provocarán decisiones, van a causar bloqueos, incertidumbres o falta de claridad y ello se reflejará en los conflictos que surjan, que son parte de la vida.
Siempre puedes elegir no comprometerte si te abruma demasiado o no es el momento, pero recuerda que ello no evitará lo que llevas en tus mochilas.
Si esto te ha aportado más claridad para decidir si cargas solo con la mochila o te atreves a coger la maleta, ADELANTE.